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Con influencias españolas, francesas, africanas, asiáticas y criollas, la Cuba moderna se caracteriza por una fascinante diversidad de influencias culturales. Esto es evidente en la danza, la literatura, el cine, las bellas artes, el teatro y la comida, siendo la música el denominador común.
Cuando estés en Cuba te darás cuenta de que la música es una parte intrínseca de la vida cotidiana vayas dónde vayas, no sólo en la capital, La Habana, sino también en la población rural más pequeña. Desde los ritmos afrocubanos hasta melodías clásicas impregnan el ambiente de clubes, bares, restaurantes y calles.
Cuba es la cuna de ritmos como el son, el danzón, el bolero, el mambo y el cha cha cha. Todos estos ritmos se construyen a partir de la clave, el patrón rítmico de cinco golpes que representa el núcleo estructural de muchos ritmos afro-cubanos. El patrón de clave se originó en la musicas tradicionales de la África subsahariana.
En Cuba estos ritmos africanos, instrumentos y formas de danza se han fusionado con elementos de la música europea importada por los colonizadores. El resultado es la música cubana que no es ni europea ni africana, sino una mezcla única, como el cubano en sí mismo.
Más tradicional y más popular - aunque despreciado por la alta sociedad en un primer momento, considerandolo la música de las clases bajas- es el son. El son proviene de antiguas canciones españolas en combinación con los coros de llamada y respuesta africanos. Surgido en el año 1900 en la zona oriental, la parte más pobre de Cuba, conocido como El Oriente, ganó popularidad y en 1920 fue bien acogido por toda la sociedad del país.
El Son es la raíz de la timba y la salsa. Añadiendo congas, timbales, piano, más trompetas y un final de llamada y respuesta salvaje a la canción, nació la primera salsa. Fue en los años sesenta cuando se le dio su nombre. Por ese entonces ya se tocaba mezclada con elementos del jazz, especialmente de jazz afro-cubano. Exportados por emigrantes cubanos, esta música bailable y popular se internacionalizó fuera de Cuba, primero en Nueva York y, finalmente, en las Américas y Europa.
En la década de 1980 surgió la timba. Así como la salsa se basa en gran medida en el jazz, pero también en influencias de rock, disco, funk y hip hop, la timba se basa en la música folklórica afrocubana. Además de timbales, los tambores de timba hacen uso de tambores de america del norte y teclados sintetizados. La Timba tiende a sonar más innovadora, experimental, con patrones de bajo y de percusión no convencionales y un tempo más rápido, muchas veces con frecuencias más virtuosas que las piezas de salsa.
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